jueves, 14 de junio de 2007

El camino a Bariloche...


Los tradicionales viajes a Bariloche en quinto año consolidan el anhelo adolescente construido a partir de diversos motivos y circunstancias: viejos quintos años que aspiraban la misma hazaña para sellar su último año y desafinaban cantitos en el patio a modo de previo ensayo o, como una inyección de euforia; el ultimo viaje entre compañeros/as, los recuerdos, la diversión, reunir el dinero necesario, el resumen de esos años.
Por otro lado los señores dotados de facciones en cuerpo y cara que vendrían a ser la etapa inicial del producto a vender .De ahí en más, el negocio:
Los coordinadores representan el producto a vender, las alumnas posibles compradoras; las charlas impregnadas de adulación y a veces mentiras,
Consecuentemente de ilustrar la primera imagen del producto en cuestión, los chicos comienzan con las cátedras de hoteles y boliches, por último, como un paréntesis, las excursiones. Como no es de imaginar la segunda etapa del negocio: la misma charla maquillada con algo nuevo, noche y diversión, mientras tanto la empresa en cuestión logra atraer como un imán al grupo adolescente que por fin se decide; paralelamente los adolescentes van construyendo ese negocio como un mito.
En la actualidad emergen a la luz (de algunos) los trastabilleos de estas cuestiones, las cláusulas de contratos, si estos papeles con condiciones que las agencias de viajes rotulan como contratos son en realidad contratos legales, o la representación de todo el cúmulo de artimañas que se sublimaron con el tiempo. El costo del viaje (un pequeño detalle) que cada año aumenta más contribuyendo a la disminución de venta del servicio, que no por disminuir deja de ser un negocio redondo para las empresas, que, son la figura básica de un conjunto mas grande que a la vez se benefician con todo este embrollo de negocios; los hoteles, boliches, las guías de excursiones, los comercios , se aglutinan detrás de las mismas empresas, mediante convenios que beneficien a las dos partes, estableciéndose así una relación de interdependencia entre las agencias de viajes y todo lo demás.
Con respecto a los contratos, las irregularidades y las faltas de legalidad que encubren. Muchas veces los padres firman estos papeles y posteriormente al viaje los jóvenes denuncian las condiciones que se violan. Como una de las tantas cuestiones que encandilan el paquete de servicios que ofrecen las empresas, la traba de los contratos salió a luz: En marzo de este año desde la secretaria de Turismo de la nación presentaron una nueva reglamentación para el turismo estudiantil según fuentes del diario Clarín las agencias deberán pedir una nueva autorización para operar en el sector de turismo estudiantil. Además, los estudiantes tendrán que depositar la primera cuota del viaje de egresados en un fondo especial manejado por el Banco Nación. El plan busca garantizar mayor seguridad para los chicos y que se cumplan los contratos.
Lamentablemente este embrollo de cuestiones no es denotado por aquellos chicos que a la vez terminan creyéndose verdades y mentiras como si estos dos términos tuvieran la misma cara: nos creeemos todo, muchas veces los jóvenes nos creemos todo, que el viaje de egresados es el resumen de un camino construido , aunque en parte si, los desenlaces del asunto, los idas y vueltas, la detención del tiempo que no se detiene y las buenas etapas, la diversión , la agitación que se encargan de transmitir los chicos ´´protobarilo´´ son temas que quedan lejos de la conciencia, mas en el recuerdo, pero siempre mas cerca que estos verdaderos problemas , que por un motivo u otro motivo se despegan de su origen emergiendo a la sociedad. Las cláusulas de contratos de empresas entre otras cosas no son las mismas cláusulas que aquellas que rigen la juventud, claro esta.